Mujica, los agroimpuestos y cómo contar lo ganado

Facturan 4.500 millones de dólares al año y pagan en impuestos 228 millones de dólares, según un estudio de proyección de la Oficina de Programación y Política Agropecuaria. Aritméticamente, los productores rurales pagan poco más de 5% de impuestos sobre el total de lo que lo exportan. Dicho así parece poco dinero, pero el tema es bastante más complejo.

El gobierno pretende cobrar 60 millones de dólares -un 25% adicional- por la vía del futuro tributo a la tierra a las empresas agropecuarias con más de 2.000 hectáreas.

Cuando el tema salió en el semanario Búsqueda, el economista Gabriel Frugoni -un ascendente técnico dentro del staff presidencial- reconoció que el impuesto sería volcado a infraestructura vial y logística, que se encuentra bajo fuerte presión por el mismo crecimiento de la actividad económica de los últimos seis años.

Luego el propio presidente reconoció que detrás de la iniciativa está la necesidad de redistribuir la riqueza. En Uruguay, el 20% de la población con mayores ingresos se queda con el 47% de la riqueza generada y el 20% más pobre sólo con el 5,5%. En el campo esta situación se extrema aún más.

Para colaborar con la confusión general, las ideas del gobierno siguieron saliendo sin filtro a la opinión pública.

El ministro Aguerre comentó que el problema podría solucionarse sin recurrir a los impuestos. Habló de utilizar el instrumento de la asociación público-privada que está a estudio el Parlamento.

Unos días después el ministro de Transporte y Obras Públicas, Enrique Pintado, confirmó que este instrumento posibilitaría contar con un fondo de 1.100 millones de dólares -600 de privados, 500 del Estado- para alcanzar el objetivo de mejorar puentes y carreteras.

Pero el ministro de Economía Fernando Lorenzo también arriesgó otra posible forma de recaudación fiscal: levantar las exenciones a los impuestos de Primaria y Patrimonio para los productores rurales.

Cualquiera sea la solución, el rumbo está sumido en el caos comunicacional del oficialismo.

Por lejos, la asociación público-privada es la más revolucionaria de las ideas en danza. Propone una nueva forma de relacionar a la producción con el fisco, ya que en este escenario los productores deberán correr sus propios riesgos y serían participantes activos del cuidado de la infraestructura que se pretende reparar. Además es una sociedad de largo plazo, a 25 o 30 años.

La no-estrategia «mujiquista» igual parece haber logrado su objetivo: los productores dan señales de querer sentarse a negociar «algo» con tal de no seguir escuchando ideas al tun tun.

Tocarle el bolsillo a la actividad agropecuaria siempre es un asunto complejo: es un lobby poderoso y ha sido motor del crecimiento «asiático» de los últimos años.

Si bien en 2010 los agronegocios se incrementaron por debajo del PBI (1.8% sobre un total 8,3%) siguieron siendo protagonistas por el efecto «inércico» que se arrastra desde hace siete años en el precio de las materias primas.

Hoy el campo representa siete de cada diez dólares de las exportaciones nacionales.

Los impuestos para los productores vienen dando saltos notables año a año, pero aún están lejos de reflejar los buenos dividendos del sector. En 2009, los productores habían pagado al fisco 183 millones en impuestos. No obstante, la presión fiscal se mantuvo incambiada por el incremento del Producto Bruto Interno en dólares corrientes.


YA SE COBRAN IMPUESTOS A LA TIERRA

La pregunta que todos hacen en el gobierno es si el agro paga impuestos de acuerdo a su facturación, a su peso en la economía nacional y al uso que hace de la infraestructura del país. Para fundamentar el nuevo impuesto a los tenedores de más de 2.000 hectáreas de tierra, Mujica manejó una cifra: 4 dólares por hectárea por año.

Esa cifra corresponde en realidad a la contribución rural, un impuesto que cobran las intendencias para atender el acuciante nivel de la caminería rural en Uruguay.

Se trata de un tributo que sigue la lógica del nuevo impuesto con un valor agregado. Es un cociente entre las héctareas que posee el productor sobre un índice llamado CONEAT que se establece a partir de variables como la productividad del suelo, la cercanía a rutas y centros poblados, etcétera.

Sin perjuicio de esto, la actividad agropecuaria paga algunos impuestos más, según explica Diego Sotelo, coordinador de Fucrea.

Sotelo alude a una constelación de pequeños y grandes impuestos de cobro nacional y municipal según el caso.

En el año 2010 pagaron 20,2 millones de dólares por aportes patronales al BPS, 63,1 millones de Contribución Inmobiliaria y 6.5 millones de patrimonio. Se trata de un conjunto de tributos que ya gravan la tenencia de tierra.

Por concepto de IRA/IRAE pagaron 20.7 millones y 64.2 de IMEBA

IMEBA e IRAE son técnicamente impuestos a la renta porque apuntan a las ganancias del productor. IMEBA se aplica a pequeños productores y representa el 1.5% de las ventas del establecimiento.

Cuando se factura por encima de un ficto estipulado por el gobierno, el productor paga IRAE, que establece el pago de 25% de las ganancias netas.

También un productor agropecuario paga un impuesto llamado INIA-Mevir equivalente al 4 por mil de sus ventas. Incluso los ganaderos también pagan 1% a las intendencias por movimiento de ganado.

Si se es arrendatario hay que pagar además un 18% de impuestos del valor de la renta.

TENTACIONES DIRIGISTAS

El lunes último, Fucrea y el estudio CPA Ferrere presentaron un estudio sobre «Situación económica y desafíos para el Gobierno – El caso del agro desde una perspectiva de política económica global».

En el encuentro expusieron los economistas Gabriel Oddone y Alfonso Capurro, quienes plantearon la necesidad de evitar «tentaciones dirigistas».

¿En qué consisten las políticas dirigistas? Sotelo apunta el ejemplo del nuevo impuesto que impulsa el presidente. «Hasta ahora primaba la lógica Astori en materia de impuestos, es decir se pagaba en relación a lo que se produce y se vende. Esto es distinto: esto es pedirle a los productores algo más, pero sin base lógica».

El presidente insistió que el dinero será utilizado primero en puentes y caminería, pero luego reconoció que hay otros sectores que necesitan del dinero del campo. Citó a las Asignaciones Familiares, en beneficio directo de las familias rurales, como forma de contener o desacelerar el éxodo hacia las ciudades que comenzó hace más de 50 años.

Horas después, Mujica habló en Cerro Largo del impuesto respondiendo a los productores que pidieron «no matar a la gallina de los huevos de oro». Quien había usado esa expresión fue Oscar Costa, el CEO de Union Agriculture Group (UAG), una empresa que en dos años invirtió 400 millones de dólares en tierra e infraestructura de agronegocios diversificados, desde ganadería intensiva a los olivos. El dinero es provisto por fondos de inversión europeos y la empresa se encuentra en trámite para cotizar en la bolsa.

La advertencia del presidente fue, sobre todo, para los inversores extranjeros que ya conocen la experiencia bolivariana de Chávez: «En Uruguay no expropiamos tierra; la compramos para que no haya terremoto social. ¿De dónde vamos a sacar la plata? Le pedimos a los que tienen más, que den un poco de lo que tienen, para poder tener una política de tierras. En Uruguay la reforma agraria se llama Instituto Nacional de Colonización (INC)».

Ante decenas de pequeños productores, que inauguraban dos cooperativas agrarias con tierras de INC, el mandatario arrancó aplausos de los presentes cuando mencionó su voluntad de seguir adelante con el nuevo impuesto.

«Este país seguirá siendo por décadas un país agroexportador. Hay que pensar en el futuro. Las personas que quieren producir aquí saben que tienen que aportar para que el país no se venga abajo», dijo el presidente.

Los datos oficiales le dicen al gobierno que sin comunicación no hay desarrollo. Cansado del debate espiritual que trajo la Caducidad, Mujica sacó a relucir -en su estilo desprolijo- la necesidad de reflotar el tren como alternativa para transporte de mercaderías.

Un 27% de las rutas nacionales se encuentra en un estado “malo y muy malo”, de acuerdo a un informe de «Estado de confort» presentado al Parlamento en octubre de 2010 por el Ministerio de Transporte y Obras Públicas.

La propuesta tributaria de Mujica es una guiñada a los sectores más izquierdistas de la coalición que, representados por el senador comunista Eduardo Lorier, salieron heridos de la anulación de la Caducidad.

Estos sectores habían solicitado un nuevo impuesto agropecuario para compensar las extraordinarias ganancias de los productores en los últimos años. En febrero de 2011, Mujica no estaba tan dispuesto a agitar el veloz corporativismo de los productores.

Cuando se le preguntó por aumento de tributos, en aquel entonces calificó de bolazos la eventualidad de un cambio de reglas para los productores.

Sin embargo, tres meses después el presidente se hizo cargo de la idea, e incluso la tiró a la opinión pública sin consultar al ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, quien reconoció no estar al tanto del proyecto y amenazó con renunciar.

Según Aguerre, el «tema no está laudado», pero toda la plana mayor del equipo económico se cuadró detrás del presidente, empezando por el ministro de Economía, Fernando Lorenzo, a quien se señalaba al principio como resistente a agregar más reformas a la ya polémica reforma tributaria.

El trasfondo del reclamo presidencial es que la tierra en Uruguay está en manos de grandes empresas extranjeras. El semanario Búsqueda mencionó que al menos 15 empresas explotan 1.4 millones de hectáreas, equivalente a tres departamentos del sur del país. En Uruguay hay más de 14 millones de hectáreas suceptibles de ser explotadas por el sector agropecuario.

Entre las empresas en posición dominante están Botnia, Montes del Plata (forestación, pasta de celulosa), Agronegocios del Plata y El Tejar (agricultura), Bulgheroni (lechería, energía), etcétera, todas compañías de origen extranjero que llegaron a Uruguay de la mano de amplios beneficios impositivos disponibles en el país desde hace más de dos décadas.

¿De qué otra manera Uruguay podría atraer la gran inversión internacional frente a la mayor riqueza del suelo argentino, o la variedad de climas o el prometedor mercado interno y externo que ofrece Brasil?

La tierra en Uruguay es escasa y no siempre productiva. Aún así ha tenido el mayor auge de su historia. En la última década hubo operaciones por 6.3 millones de hectáreas. Según el Instituto Nacional de Colonización, el precio promedio por hectárea se situó en el eje de 3.900 dólares. En 2010 hubo 136 operaciones de compra venta que movilizaron 693 millones de dólares.

El territorio considerado premium en Uruguay (ubicado en Soriano, Colonia) subió sus precios entre tres y cinco veces en los últimos años, pero este incremento no es acompañado en todo el país. Sólo en el último año el valor de la tierra subió 10%, es decir por encima de la inflación.

Un campo de alta productividad en el litoral sur de Uruguay cuesta 10.000 dólares la hectárea, mientras que la héctarea en noreste del país no alcanza los 3.000 dólares.

Sotelo, vocero de Fucrea -una cooperativa agraria especialista en innovacion tecnólogica y agroeconomía-, admite que este es uno de los costados más vulnerables del planteo de Mujica. «No se le puede pedir lo mismo al cultivador de Soriano que tiene una tierra altamente productiva que al ganadero que tiene tierras en el basalto. Son distintas productividades», asegura.

También señala que es difícil medir los activos del sector agropecuario como para aplicar impuestos directos. «Conozco productores de menos de 300 hectáreas que, de repente, tiene más de 3 millones de dólares en maquinaria. Pero eso no significa que sean ricos», explicó.

Las proyecciones de OPYPA para 2011 señalan un crecimiento de 4.7%, que no será integral y en iguales términos.

El analista en temas agropecuarios Eduardo Blasina, asegura que habrá suertes dispares. Una cosa será el alza de los precios internacionales de arroz, sorgo y soja. Otra cosa es el comportamiento a la baja que se espera en otros cultivos como grirasol, cebada, trigo y maíz. La faena de ganado no saldrá del estancamiento de los últimos años: se prevé menos de 2 millones de cabezas de faena y una población estable de 11 millones de animales.

Las señales del mercado internacional no concuerdan con el optimismo del presidente uruguayo.

Con bajo perfil, el frigorífico Breeder and Packers despidió a 67 de sus 300 trabajadores. Sus propietarios esgrimieron cambios de los mercados internacionales.

El anuncio de más de 150 millones de dólares de inversión y una capacidad de 2.000 cabezas de ganado, quedan ahora sumidas en un enorme signo de interrogación.

Se trata de un golpe duro por tratarse de una inversión símbolo de la nueva economía local. Es el primer frigorífico que se construyó desde cero en Uruguay en más de medio siglo.

Sin dudas es una dolorosa amenaza. B and P salió de la mesa de póker sin siquiera haber inaugurado su tecnología de vanguardia, con enfoque «ecologista», una planta diseñada para el ABC1 de la carne mundial.

La música funcional acompaña a las vacas en su destino de carne premium, libre de nervios, para las góndolas y restoranes más selectos del mundo.

A los productores rurales, siempre alertas al mangazo del Estado, la apelación a la solidaridad de Mujica se parece bastante a esta banda sonora de matadero.

PICHINCHA.COM.UY

 
El creciente poder del social commerce se apoya en las páginas de descuentos on line que progrega geométricamente en Facebook y en otras redes sociales. La multinacional Groupon , por ejemplo, ya generó ahorros por más de 5 millones de pesos entre los consumidores uruguayos. Pero no está sola. Woow pelea el liderazgo en lo local. Las compañías locales dan pelea de cerca
POR ANTONIO ÁLVAREZ ESPECIAL PARA EL OBSERVADOR
El último grito de la red son los sitios de descuento on line. El negocio es así: el comercio fija el descuento y se lo trasmite al sitio web, que lo divulga entre sus lectores. El beneficiario paga con tarjeta de crédito o en la red financiera autorizada al sitio y después la web se queda con un porcentaje y se encarga de pagarle a la empresa de servicios.
El secreto es crear un círculo virtuoso. Hace un par de años que se sabe del descuento on line como mecanismo de e-commerce, pero hace poco que las potencias desembarcaron en la región. Con el correr de los meses han ido ganando espacios y empiezan a instalarse subrepticiamente en el vocabulario del comprador a través de las redes sociales: Woow, Groupon, Notelapierdas. OfertaSimple, Milpromos, misdescuentos.com.uy, entre otros. Algunos todavía no llegaron al país, pero ya suenan vía internet. Es el caso Waku, Pigit, Cupomer o Flipar.
Los descuentos rompen los ojos: casi siempre superan el 50% y a veces alcanzan al 90% del precio de mercado. En muchos sentidos, se trata de un modelo de negocios basado en el envión colectivo que sopla dentro de las redes sociales. Para que las promociones se hagan realidad en algunos casos bastará con imprimir el cupón e ir por el descuento, mientras que en otros se harán efectivas siempre y cuando se consiga un número básico de adherentes (a veces no más de cinco) que asegure la operación. Ello dependerá de cada producto y de cada acuerdo entre los portales y las empresas asociadas.
El consultor Marcelo Montado, gerente general de Esquemas.com, cree que 2011 será un año bisagra para el llamado social commerce .
Como sucede en otras dinámicas nacidas en internet, después de la gran explosión solo cabe esperar una depuración lógica. Permanecerá quien se adapte más rápido a las necesidades del consumidor.
«Hay sitios como Groupon que parecen valer ya varios miles de millones de dólares. Pero aún no está claro quién será el ganador. La gran mayoría de los ahora existentes desaparecerán y quedarán unos pocos sitios como triunfadores», pronosticó.
Groupon se atribuye la creación del modelo de publicidad online de descuentos durante 24 horas que está haciendo furor en el mundo.
En 2008 se instaló como empresa en Chicago. Hoy está en más de 500 mercados. En 2010, adquirió ClanDescuento vía CityDeal y transformó a Chile en la base de operaciones para Latinoamérica.

BOCA A BOCA ELECTRÓNICO
¿Qué pasó en el mercado para que la lógica de los descuentos on line se instalara con esa firmeza? La razón de estas nuevas formas de comercio electrónico -dice Montado- está en las redes sociales.
«Fuimos comprendiendo que la reputación valía más que mil anuncios, que las personas estaban dispuestas a hacer públicos videos personales, a compartir qué estaban haciendo, que el boca a boca electrónico recomendando un producto, en las redes virales, tenía un impacto exponencial», explicó.
El concepto de viralidad es anterior a internet. Según Montado se trata de una reedición virtual de los mecanismos de ventas de Tupperware, Woolite o los viejos grupos de compras.
Los pioneros del e-commerce comprendieron el mecanismo y eso explicó el éxito de sitios de Consumer to Consumer (C2C) como eBay y Mercado Libre. «El descomunal crecimiento de las redes sociales surge de la necesidad de buscar mecanismos alternativos a la publicidad, dada la creciente saturación y la consecuente pérdida de efectividad», señaló Montado.
En cada ciudad en donde está Groupon publica hasta 15 ofertas diarias. El country manager en Uruguay, Federico Malek, explica que el secreto está en los dos públicos a atender: «Uno son las empresas que eligen para su estrategia de comunicación con sus potenciales usuarios una acción de publicidad y marketing online de alto impacto y efectiva durante 24 horas. El otro son los usuarios, que pueden recibir diariamente un newsletter con la descripción de los servicios».
El social commerce no es ajeno a las reglas básicas del e-business. El mundo virtual requiere códigos propios y una apertura mental mayor para trascender la lógica del lucro del comercio presencial.
No canibalizar
Montado apunta a la importancia de las ideas y el respeto por los sentimientos del usuario dentro de la red: «Primero hay que pensar en la comunidad antes que en el lucro. Ganar dinero vendrá luego. Primero la libertad del usuario, retenerlo por su convencimiento, o la apertura permitiendo interactuar con otras redes. Estos son principios básicos que favorecerán a los modelos que mejor implementen estas reglas», comentó.
Para el especialista hay dos aspectos que tendrán un papel importantísimo. El primero es la búsqueda de un modelo que no canibalice el propio negocio o el de los comerciantes. En el segundo aspecto, la capacidad de retención de los usuarios a través de distintas estrategias. Hoy gran parte de la propagación se debe a la obtención de importantes descuentos. Este costo, asumido por las empresas como publicitario, no puede ser sostenido en forma permanente y mucho menos para la comercialización de productos.
«La capacidad para lograr retener a estos buscadores de pichinchas es primordial. De lo contrario, suspendido el incentivo, se acaba la venta», explica Montado.
En Uruguay, Groupon viene penetrando en forma progresiva. Según estimaciones de la compañía, sus promociones han permitido a los usuarios un ahorro de $ 5.317.014,29 . Cada día publica tres «deals» en Montevideo. Desde noviembre, la oferta que más éxito ha obtenido es un descuento de 70% por una sesión de drenaje linfático, ondas rusas y masaje relax final en un Spa local. En pocas horas, 244 personas solicitaron el cupón.
El desafío de futuro es involucrar este comercio al modelo de los teléfonos celulares e integrar la estrategia a las búsquedas y la georreferenciación, para obtener y difundir las ofertas desde su móvil.
Para Montado, esto no es ciencia ficción: «Los móviles tienen muchísimo más para dar. Por ejemplo, acceder a comparadores de precios o productos, desde una foto sacada frente a una vidriera u obtener ofertas de acuerdo a mis gustos -ya registrados-por mi ubicación geográfica. A eso nos acostumbraremos muy pronto».

El poder de WoOw
WoOw fue la primera en Uruguay y por el momento es la única de capitales 100% uruguayos. «(Con el desembarco de Groupon y Notelapierdas.com) pensamos que la pelea iba a estar dura, y realmente lo está. Pero hay solo dos países en los que empresas locales le ganan a multinacionales: Brasil con Peixe Urbano y Uruguay con WoOw», dijo uno de sus directores, Martín Larre. La localía de WoOW es el diferencial, según Larre, que hace que por ejemplo Groupon no ofrezca redes de pago o que Notelapierdas brinde solo tarjetas internacionales. En ese sentido, adelantó que en WoOw se podrá pagar con OCA. Aseguró que ser 100% local permite más flexibilidad para reaccionar frente a quejas o inquietudes de los usuarios, y libertad para innovar.
Los que más se mueven son los servicios de estética, seguido por los de restaurantes y los espectáculos, mientras la mayoría de los usuarios son mujeres.
En WoOW han recibido mails de agradecimiento a raíz de un descuento importante o por haber conocido un nuevo lugar. «(Para los comercios) es una herramienta de marketing, Se brinda el descuento para que el consumidor pruebe el servicio. Si la experiencia es buena, es probable que vuelva», consideró.
Larre tiene claro que el consumidor entra a los tres sitios o está suscripto a los tres servicios, y evalúa lo que más le sirve en el momento. «Tiene el mérito de estar desarrollando mucho el e-commerce en Uruguay», subrayó.
 
 
NO TE LA PIERDAS, UNA GUÍA DE CIUDAD CON DESCUENTOS
Notelapierdas.com adoptó el modelo Groupon, pero está haciendo el camino inverso: desde Argentina y Uruguay se va proyectando hacia el mundo con una impronta global propia.
Su CEO y fundador es Charlie Cardoso Rodríguez Larreta, uruguayo, de 31 años, graduado en Administración de Empresas en la Universidad de Montevideo, con un MBA en el IESE. Notelapierdas.com «es una guía de tiempo libre» y no solo una página de descuentos, según Cardoso. El peso de lo local hizo que el claim de la compañía fuera su derrotero: «Lo mejor de tu ciudad a precios increíbles».El origen es la asociación entre socios regionales y Rebate Networks, un fondo de inversión que está replicando este modelo de negocio en todo el mundo.
En junio de 2010 Cardoso se instaló en Buenos Aires para comenzar de cero la plataforma. La estrategia fue enfrentar a los gigantes aprovechando su condición de locatarios en el mercado regional.
«Hacemos lo mismo que Groupon pero con un enfoque local. En Uruguay, por ejemplo, nuestros usuarios pueden pagar con Abitab y tarjetas locales. En Groupon no aceptan Abitab y solo se puede pagar con Visa y Master internacionales. Otra diferencia es la manera en que tratamos a nuestros partners, los comercios que hacen la oferta del día. Buscamos un relacionamiento a largo plazo. Además, es necesario registrarse para ver las ofertas. En el caso nuestro es en el momento de la compra», comparó. La campaña argentina comenzó en julio de 2010. Actualmente tiene ofertas diarias en Buenos Aires, Rosario, Córdoba y La Plata. El primer paso fuera del Mercosur fue Colombia.
Cardoso cree que el diferencial estará en los buenos descuentos pero también en la información a los consumidores.
Los usuarios son personas de entre 18 y 45 años que habitan en zonas urbanas, intensivos en redes sociales. Preparan estrategias para usuarios de internet más esporádicos.
 
Y POR SU FUERA POCO…SE VIENE GOOGLE
 
Meses atrás, Groupon rechazó una oferta de compra por valor de US$ 6.000 millones por parte de Google.
El desaire no hizo otra cosa que redoblar la apuesta. Google prepara Google Offers, un sistema de compras colectivas con descuentos en hoteles y restaurantes, al estilo Woow en Uruguay. El suscriptor recibirá en su correo electrónico cada día una oferta de un negocio local y con tan solo imprimirla en un papel y presentarla en el negocio, podrá acceder a descuentos y promociones. El 80% de lo que gane Google con las promociones será entregado a los negocios tres días después de que se efectúen y el 20% que resta se pagará 60 días más tarde.
1 DE CADA TRES LE HACE CASO A LAS REDES
 
En Uruguay, un 38% de las personas tienen acceso a internet. En octubre de 2009, los usuarios uruguayos de Facebook sobrepasaron la barrera de los 500.000 perfiles, según la consultora Alexa.
Otro estudio realizado por Oh Panel! , reveló que ya el 31% de los uruguayos en redes sociales consulta opiniones, recomendaciones y comentarios sobre productos y marcas dejados por sus contactos antes de comprar en Internet. El 41% admite que esas opiniones influyen sobre su decisión de compra.
 
 

El karma del fumador

En 1978, el informe Campbell-Johnson quiso transformar al cigarrillo en una herramienta de la selección natural y en un salvador de la economía capitalista.


Por Antonio Álvarez

Hace cuatro décadas la industria tabacalera supo que perdía la pelea.

Que iba a tener que resignarse. Igual que el tipo que fuma.

Tarde o temprano el cuerpo te va a pedir cuentas, como la sociedad suele pedir cuentas a los gobernantes inescrupulosos, a los contaminadores de ríos, a los terroristas que matan civiles inocentes.

El humo estaba comenzando a despejar sus nebulosos beneficios., frente a las certezas científicas que ya comenzaban a golpear al lobby tabacalero con las denuncias por cáncer, enfermedades respiratorias y riesgo cardíaco.

Entonces, la industria puso en marcha una maquinaria financiera para estirar un poco más la lotería del tiempo, igual que los fumadores se someten a los errores de la causalidad para seguir con vida.

Los capitalistas del cigarrillo consultaron a sus creativos. ¿La consigna?: pensar argumentos a favor de la nicotina y el alquitrán.

El resumen de este proceso se puede leer el informe Campbell – Johnson del año 1978, una ingeniería de estrategias montadas por los sofistas corporativos del tabaco.

Sus conclusiones son la prueba de lo maquiavélicos que podemos ser los seres humanos para defender causas que no se pueden detener, ya sea por razones de poder o dinero, o de ambas al mismo tiempo.

Los redactores del documento propusieron soluciones para mitigar aquello que el marketing y los filtros no estaban pudiendo esconder.

En primer lugar, la creación clubes de fumadores –financiados por las marcas- para fomentar la inefable paradoja del tabaquismo responsable, e intentar salir a flote ante la creciente denuncia de la existencia de un fumador pasivo.

Una de las intervenciones sugeridas era promover un código de conducta entre los fumadores con “tono franco y positivo».

Dice el documento: “Tenemos que restaurar la imagen del fumador como una persona extravertida y sociable, y no el ser el neurótico, apestoso y marginal que pintan los antifumadores».

Al mismo tiempo, los publicitarios del tabaco también se inclinaron por medrar con el caos espiritual de la época, asumiendo el cigarrillo como una “droga de relajación”.

Se escribieron así ardientes documentos para defender los poderes del cigarrillo por sobre sustancias como la marihuana, conscientes de la atracción que podría generar el beneficio en una “sociedad estresada”.

Pero aunque parezca increíble, había argumentos más indignantes en el informe Campbell- Johnson.

Algunos de esos planteos son la demostración de que las lecturas equivocadas de Nietzsche y de Charles Darwin no habían acabado con la segunda Guerra Mundial.

El texto plantea una extraña forma de entender el interés público y la supervivencia del sistema capitalista-

«El tabaco –dice el informe- tiene la función social de limitar el número de personas mayores dependientes que la economía debe mantener».

El propio autor del texto reconoce que «obviamente» este argumento «no se puede usar públicamente»-

De todos modos, el creativo desarrolla su estrategia por si alguien no la entendió:

«Con un aumento general de la esperanza de vida, necesitamos algo para que la gente muera. En sustitución de los efectos de la guerra, la pobreza y el hambre, el cáncer, considerado como la enfermedad de los países ricos, desarrollados, tiene un papel que jugar». Esta idea, considerada un «factor psicológico para continuar el gusto de la gente por fumar como algo placentero, aunque sea un hábito peligroso, no debe ser infravalorado».

Actualmente, el informe Campbell está siendo exhibido como una cruel curiosidad ante la sociedad española, que por estos días también discute los alcances de una reglamentación antitabaco.

La persona que fuma ya no lo hace por falta de información.

En todo caso lo hace porque cree que lo peor, la muerte, nunca le pasará a él.

De todos modos sabe que está girando en una gigantesca ruleta rusa, librado a los milagros de la predisposición genética.

El mundo está lleno de personas que han fumado mucho y que alcanzaron la longevidad con buena calidad de vida. Y también hay otro mundo de infortunados que murieron de cáncer o infarto sin haber tocado un cigarro en sus vidas

La verdad científica se renueva cada tantos años. Los gobiernos discuten si el cigarrillo y sus derivaciones son o no un problema de salud pública. Cada país va resolviendo como puede el debate del tabaco. Puede haber o no serios recortes a los espacios para fumadores. Se estimula a dejar el cigarrillo aumentando los impuestos y el precio de venta al público. Las cajillas exhiben serias advertencias para la salud en los envases.

Se trata de un camino de no retorno más allá de juicios contra el Estado de las multinacionales del tabaco.

Son claros e incontrastables mensajes contra el libre albedrío del fumador.

Y en cierto sentido constituye un mensaje kármico para aquellos inspirados mercenarios de Campbell –Johnson que estiraron un poco más la agonía del moribundo.

Agrointeligencia

De todas las palabras que pronunció Mujica en su discurso como nuevo presidente hay una que me interesó mucho: agrointeligencia.

El otro día tuve la suerte de poder entender de qué se trata escuchando al nuevo ministro de Ganadería, Tabaré Aguerre.

Uno puede vislumbrar el significado en la suma de las partes, pero no intenten consultar a la Real Academia Española: la palabra es olímpicamente ignorada.

Agrointeligencia no es sólo transferencia de tecnología o la efectiva rotación de cultivos. O hacer negocios rentables. Es un concepto multidimensional que incluye saber qué quiere el mundo de nosotros, investigar mercados, ver quiénes los proveen, adelantarse a las necesidades, saber cómo hacemos para diferenciarnos sin que el precio sea la única variable de la ecuación.

Agrointeligencia es crear un sistema de información para cruzar datos y minimizar riesgos en un mundo dominado por el cambio climático.

Ser agrointeligente es saber hectárea por hectárea cuál es la “usabilidad” de los suelos en los cuatro puntos cardinales del país, qué capacidad hídrica tiene cada campo y tener políticas de riego basada en estrategias y no en dificultades jurídicas.

 Estar en la dimensión agrointeligente supone no atarse a dogmas ideológicos. Es dejar de preocuparse tanto por la concentración de capitales y dedicarse a generar cadenas que aseguren procesos de calidad unificados y transparencia de los precios.

En el otro extremo, lo agrointeligente es crear nuevas herramientas financieras para que las AFAPs puedan comprar tierras, en un país donde los precios se han quintuplicado en los últimos siete años. ¿No sería una buena idea para mitigar la extranjerización?

Cuando uno sondea a los principales referentes del sector, todos se congratulan de la llegada del nuevo ministro, en especial porque tienen la esperanza que lleve a la agropecuaria nacional las ideas que impulso en la Asociación de Cultivadores de Arroz.

Con esta filosofía la gestión de Aguerre logró un precio único del arroz en un sector en el que hay cuatro empresas dominantes y quinientos productores chicos.

Con esta filosofía, el arroz se declaró libre de transgénicos, lo que le permitió al cultivo vender a mejor precio.

Usando marketing como diferencial los arroceros consiguieron una rentabilidad equivalente a haber encontrado una variedad de arroz que produjera 1.500 kilos más por hectárea.

Sin embargo, Aguerre no cree que se pueda llevar el modelo arrocero a todas las áreas.

Ser agrointeligente implica tener estrategias distintas para distintos productos, porque una cosa es arroz y otra maíz, un producto 95% transgénico.

Para el nuevo ministro nos va la vida en ese desafío. Detrás de la estrategia está el concepto de la sustentabilidad y un desarrollo que contemple los intereses de las partes, y no sólo los intereses creados de las élites. El campo debe ser un negocio rentable también para la agricultura familiar y para los trabajadores.

De acuerdo a Aguerre, el modelo agrointeligente es una cosmovisión en la que ganan todas las partes, en las que se complementan las necesidades del otro, en las que cada uno hace lo que mejor sabe hacer y deja en manos de otros lo que se puede hacer a costos más bajos, porque ser agrointeligente es entender que la capacidad industrial ociosa del otro interpela la capacidad de competencia del sector.

El propio ministro es un ejemplo de agrointeligencia. Se recibió de agrónomo en 1980 y se fue a Bella Unión como asesor de Calnu. Al cerrar Calnu a fines de la década decidió quedarse en Tomás Gomensoro.

 Hizo un acuerdo con un productor local. Él necesitaba tierra y el ganadero necesitaba una represa. Aguerre empezó con un tractor y 60 hectáreas arrendadas en un proyecto de rotación de arroz –pasturas.

Hoy el ministro tiene 3.500 hectáreas dedicadas al arroz y al ganado. Como empresario arrocero produce 10.000 kilos por hectárea, una de las productividades más intensivas que se conocen en el país.

Aguerre admite que no todo ha sido tecnología en sus logros. Y sabe que su mayor desafío deberá ir más allá de convencer al país agroexportador -70% del comercio exterior uruguayo- sobre la necesidad de tomar políticas activas contra la inevitable tropicalización del clima.

Es probable que en los próximos encuentros de la Real Academia esté la palabra “agrointeligencia” sobre la mesa de lingüistas y entomólogos del lenguaje.

Mientras ocurre la legitimación, sería bueno empezar por algún lado, por ejemplo incorporando el concepto enunciado por el presidente en todo su significado.

La agrointeligencia trasciende la dimensión agropecuaria, porque implica un cambio cultural de fondo en el país de las chacras.

Uruguay apuesta a la innovación como «marca país»

El presidente uruguayo Tabaré Vázquez se va con el 80% de aprobación popular. Ese apoyo a su gestión fue en buena medida el causante de la nueva victoria de la izquierda en el poder en las elecciones de octubre y noviembre de 2009.

El traspaso de mando será el 1° de marzo y cuando todavía no han empezado las balances del Gobierno Vázquez a ningún dirigente político de la oposición se le escapa que, más allá de otros aciertos, el jefe de estado saliente deja un tema estrella en la agenda: el horizonte de la innovación como única salida para un país pequeño de 3.4 millones de habitantes y un PBI de apenas 40.000 millones de dólares.

Apretado entre dos gigantes como Argentina y Brasil, la búsqueda de nichos de innovación es palabra santa en los círculos políticos uruguayos desde hace más de 20 años. En ese sentido los faros a seguir son países pequeños que han operado fuertes reconversiones como Irlanda, Finlandia y sobre todo Nueva Zelanda, una nación situada a 35 grados latitud sur, con igual clima y sistema productivo que el Uruguay.

 La reforma del Estado neozelandés –que trajo cambios sociales profundos- es considerado un modelo de aplicación por parte del presidente electo, José Mujica, en un tema que se ha transformado en una de sus confesas prioridades de gobierno.

 Esta preocupación de mostrar al Uruguay como una marca se reitera en casi todos los foros internacionales. Ayer, miércoles 10, Mujica habló para 1.500 empresarios llegados desde distintas partes del mundo y uno de los ejes centrales de su discurso fue instalar a Uruguay como país de innovación.

 En un acto desarrollado en el Hotel Conrad de Punta del Este, balneario de lujo situado a 140 kilómetros de Montevideo, el ex jefe guerrillero de los años 70 –ungido presidente con el 53% de los votos- elogió aspectos del liberalismo político, y para terminar de sorprender a su auditorio llamó a los empresarios a “arriesgar” en Uruguay.

 “La riqueza es hija del circuito de trabajo y de la excelencia”, dijo Mujica “Precisamos gente que se la juegue, hay mucha gente con dinero, pero que no se arriesga, que no invierte”

 Recién en los últimos años Uruguay ha llevado a cabo acciones directas para generar un clima favorable a la ecuación I+D+I (Innovación más desarrollo más investigación), una suma de factores que describe a actividades económicas con valor agregado, y a la difícil interconexión entre el conocimiento académico y  el mundo productivo.

 Un primer paso hacia un cambio en el nuevo modo de entender la realidad fue la creación de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) a fines de 2005.

 No sólo se trata de tener un marco institucional que trascienda los gobiernos. Por primera vez, las ciencias y los agentes de innovación cuentan con un fondo de casi 200 millones de dólares para proyectos concretos en el quinquenio. Este fondo tiene cuatro vías de financiamiento internacional y una contrapartida del gobierno.

 Según el vicepresidente de ANII, Edgardo Rubianes, fue la forma que encontró el gobierno uruguayo para evitar que la Universidad de la República –en donde reviste la mayoría de los investigadores- se  trague el dinero en sueldos. Seis de cada diez pesos (61%) de los 420 millones que invierte la universidad cada año termina en el bolsillo de los funcionarios, y por lo tanto no se vuelva a la actividad educativa y de investigación.

 Esta realidad explica por qué Uruguay ha estado en la retaguardia de la investigación regional.

 En los últimos años la situación mejoró al punto que el país se encuentra en un índice aceptable de investigación científica, un 2.79% del PBI invertidos, similar al de Argentina, aunque un punto porcentual por debajo de Chile.

 La gestión ANII ha tenido que ver con esa mejora. No sólo ha logrado reclutar a más de 1.500 científicos top uruguayos. Estableció además las ocho líneas de producción prioritarias para el país –desde ciencias duras o logística-, pero lo que es más importante aún ha apoyado proyectos públicos y privados por 102 millones de dólares en 2008, tres veces más dinero que en el primer año de actividad de la agencia.

 Otros indicadores de innovación se pueden ver en la fuerte expansión de la industria del software en Uruguay, que produce 450 millones de dólares anuales. Hace diez años era testimonial en la economía nacional, pero hoy representa más de 1.5% del PBI.

 Todavía el I++D es un fenómeno incipiente en Uruguay. Pero sin dudas se nota un cambio de sensibilidad a partir del nuevo manejo de las políticas públicas.

 Ese clima de negocios ha atraído en forma directa e indirecta a importantes jugadores globales en el mundo de la innovación y el desarrollo como la finlandesa Botnia (hoy UPM) o el gigante indio Tata Consultancy Services.

 I + D + Olfato Político

 Cuando se tienen las necesidades básicas satisfechas se puede mirar más allá de los problemas acuciantes. Todo esto explica este avance por configurar un escenario propicio para la innovación en todas sus formas en un país conservador por naturaleza y con más de 250.000 funcionarios públicos aferrados a su inamovilidad.

 Esta necesidad de “cambiar el chip” llega hasta tal punto, que ANII –a pedido del gobierno- realiza en estos momentos una encuesta nacional entre toda la población y a partir de algunos de sus programas comienzan a generarse campañas de bien público destinadas a fomentar la “cultura innovadora” y, sobre todo, al emprendedurismo a través de micro préstamos blandos.

 En otros tiempos hubiera sido un escándalo para la austera sociedad oriental. Pero la  buena performance de la economía uruguaya en los últimos cinco años escondió todas las voces críticas durante la reciente contienda electoral.

  Los números asisten a los publicistas del gobierno: en 2008 el PBI subió 8.3%, casi en términos asiáticos, en tanto que en 2009 la desaceleración que trajo la crisis hipotecaria mundial no evitó un aumento del 2% del volumen neto de actividad.

 Pese a los vencimientos de deuda pública en 2011, la economía uruguaya se prepara para crecer 4.5% este año y el país muestra una desocupación históricamente baja, algo menos del 6.5%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

 Es cierto que el contexto internacional –y especialmente la avidez china por las materias primas- fueron factor determinante de ese viento favorable.

 Pero sin duda, la cintura del gobierno progresista hizo lo suyo, manejó los tiempos políticos a su antojo, desarmando así a una casi inexistente oposición.

 Vázquez tuvo un fuerte dominio de la escena pública y administró con acierto y bajo perfil los disensos internos dentro de una coalición gobernante integrada por 27 partidos políticos de historiografía muy diversa.

 Haciendo gala de pragmatismo y sentido común, la política de regionalismo abierto y su plan antitabaco –que logró bajar en 130.000 el número de fumadores en tres años- son dos señales de identidad que mostraron el poder de convicción del mandatario saliente.

 Casi todos los indicadores pondrían a Tabaré Vázquez, de 70 años, en el camino de una segunda presidencia en el 2014.

 Para muchos politólogos es una posibilidad cierta, dadas las dificultades que tiene el Frente Amplio para hallar candidatos de consenso.

 Y más allá de que Vázquez  se lleva al llano algunas críticas – se le acusa de nepotismo en negocios con Venezuela y de haber aumentado su patrimonio en 180% en estos cinco años-, hay un solo tema en el que casi ningún uruguayo se atreve a la duda: el plan Conectividad Educativa de Informática Básica para el Aprendizaje en línea”, más conocido por sus siglas como Plan Ceibal.

 Detrás del Ceibal subyacen problemas de fondo en la sociedad uruguaya, que si no se revierten serán fuente de inequidades en las próximas décadas a causa de la brecha educativa entre sectores ricos y pobres.

 Si bien siempre se presenta a Uruguay como un país con mano de obra calificada (uno de cada diez adultos fue a la universidad), la realidad hoy es muy distinta a causa de una generación de jóvenes que no estudian ni trabajan.

 Durante las recientes elecciones, un informe puso su foco en este problema no resuelto. El documento se denomina «Los servicios de cuidado para niños, niñas y adolescentes relativos a la educación en el Uruguay». Su autora,  la socióloga Silvia Santos, asesora del Banco de Previsión Social (BPS), asegura que entre 2004 y 2008 la escuela pública perdió más de 13 mil alumnos.

De cada tres adolescentes pobres uno no estudia y la matrícula de Secundaria cayó en más de 20 mil alumnos entre 2003 y 2007.

 El Plan Ceibal –cuyo nombre refiere a una flor característica del Uruguay- es parte de una estrategia a futuro para mitigar los devastadores efectos de esta tendencia al desinterés y desamparo por parte de los más jóvenes.

 Ceibal ya distribuyó 450.000  computadores portátiles entre escolares uruguayos. El proyecto siguió los lineamientos del reconocido entrepeneur del MIT  (Harvard), Nicholas Negroponte, ideólogo de One Laptop per Child.

 El olfato le dijo al presidente Vázquez que Uruguay debía ser el primer país del mundo en aplicar la metodología y lo hizo a rajatabla. Las proporciones uruguayas jugaban a favor de una buena cobertura en materia de conectividad e infraestructura. Con una inversión relativamente baja -menos de un millón de dólares- el país se convirtió en un caso testigo, que hoy es modelo en otras regiones del mundo.

 Detrás del plan educativo no sólo hay un cambio de paradigma en el modelo de enseñanza. La entrega de una computadora personal trascendió los límites de las aulas. Los estudiantes ya comienzan a dejar de ser sujetos pasivos de la educación para ser activos investigadores de la realidad gracias a las ventajas de Internet.

 Pero sobre todo los laptops cobraron una nueva trascendencia social como elemento igualador, trasladando su influencia al hogar, y en especial a los padres de esos chicos, en un país donde el 38% de los menores de 6 años se desarrollan en familias pobres.

 Los niveles de excelencia del Plan Ceibal son tan altos y su nivel de aprobación popular ha llegado a tales límites que artistas uruguayos de renombre internacional se han acercado para ser parte de su divulgación.

 Uno de ellos es el cantautor Jorge Drexler, famoso entre otras cosas por ser ganador del Oscar a la mejor canción en 2005 por “Al otro lado del río” del film “Diarios de motocicleta”.

 El video-canción de Drexler que homenajea al Plan Ceibal está disponible en Youtube (http://www.youtube.com/watch?v=wr1DPm7xng0) y de algún modo es la consagración de una idea que apunta a lo global, pero que paradójicamente suena a milonga… paraguaya.